Durante la producción de la mezcla en recipientes de plástico estándar se crean piezas de plástico microfinas (efectos de abrasión). Estos pueden absorberse a través de la piel, lo que es especialmente preocupante para los niños pequeños.
Este efecto es inherente a toda producción que utilice envases de plástico.
Por eso hemos decidido conscientemente seguir desarrollando nuestros recipientes y fabricarlos exclusivamente con materias primas biológicas.
No utilizamos dióxido de titanio como ingrediente colorante en los frascos de eLINE para evitar la absorción de nanopartículas dañinas. El efecto cancerígeno de categoría 2 del TiO2 fue publicado en 2017 por la Agencia Europea de Sustancias Químicas (ECHA) bajo CE 236-675-5. El dióxido de titanio sólo puede producirse mediante un proceso que supone una gran carga para el medio ambiente.
En Alemania, sólo en el sector farmacéutico se utilizan cada año más de 1.000 toneladas de polietileno (PE) y polipropileno (PP) para la producción de recetas individuales, que podrían sustituirse completamente por recursos renovables. Esto ahorraría más de 5.000 toneladas de CO2 al .
¡Haz el cambio con nosotros y nuestros productos! Hacia un medio ambiente limpio: por un futuro saludable para nuestros niños, sin montañas de residuos plásticos ni mares contaminados.